jueves, 14 de diciembre de 2017

A.J. Adam Riesling Trocken 2014 (Mosel) y Take Back the Power (The Interrupters) - Cap.32

La ribera del Mosela, es famosa en el mundo entero por la producción de Riesling, la variedad de uva más cultivada en Alemania. 

Sin embargo el vinazo de hoy nos llega desde las pronunciadas laderas del Dhrone, una afluente del Mosela. Andreas Adam, desde principios de siglo se dedica a hacer estos vinazos en algo menos de 4 hectáreas. Levaduras autóctonas, crianzas en depósitos y foudres y todo muy enfocado a elaborar vinos directos, sinceros, sin maquillaje.

Este Riesling Trocken 2014 es uno de los vinos más básicos de la casa, ya que luego elabora un serie de "single vineyard", pero aún así estamos ante un vinazo y todo ello por menos de 20€.

El vino tiene una gran intesidad aromática, con buena carga de fruta (pera, albaricoque...),  notas a frutos secos y algo de levaduras que por momentos recuerdan a un Champagne. De fondo se entremezclan los aromas florales, minerales y a coche nuevo (no es broma).

En boca es explosivo, acidez cítrica casi adictiva, bien compensada con un final ligeramente amargo y la omnipresente fruta, buen cuerpo.  Persistente cual captador de ONG en temporada navideña.

Un 2014 catado en diciembre de 2017 y parece que tiene aún mucha vida por delante, es uno de esos blancos para añejar sin miramientos y a ver que pasa.

Vale y ahora, después de este vinazo, en el que es todo armonía, ¿punk rock?

Pues sí, ¿por qué no?. Maridemos el vino con punk, con heavy, con techno si nos apetece, pero sobre todo con mucho sentido del humor, aunque algunos dinosaurios no lo entiendan.

The interrupters mezclan ska y punk al estilo californiano, con actitud hooligan y una voz muy personal, la de Aimee, que le da color a una banda que de no ser por su cantante quedaría en el montón.




Prost!