jueves, 17 de mayo de 2018

La Garnacha de Mustiguillo 2016 (El Terrerazo) y Modern Love (David Bowie) - Cap.36

Ayer acudí a una cata de la valenciana Bodega Mustiguillo, atraido principalmente por sus varietales autóctonos de Mersegura y Bobal. Esta bodega cuenta con el privilegio de tener desde 2010 el primero de los "Grandes Pagos de España" de la zona, denominado El Terrerazo.

Un vino de pago es un por decirlo de una manera simplista, un terrenito con unas cualidades (clima, suelo, etc.) excepcionales, que viene a funcionar como una Denominación de origen en si misma.

Pues lo dicho, conocía su varietal de Bobal, llamado Mestizaje y me llevó allí la curiosidad por probar sus monovarietales de Bobal y Merseguera, los cuales están muy bien. El Finca Terrerazo 2016 (100% Bobal) apunta a vinazo, aunque aún le falta afinarse un tiempo en botella, pero es de esos que de guardarlos con mimo durante unos añitos nos puede dar muchas alegrías.

La sorpresa de la noche fue sin duda La Garnacha de Mustiguillo 2016.  Con esta variedad de uva uno nunca sabe qué esperar. Se cultiva en medio mundo y se adapta muy bien a diferentes terruños, lo cual deriva en vinos de caracteres muy diferentes, pero tratándose del mediterráneo y de un pago excepcional como El Terrerazo no se podía esperar un ápice de mediocridad. Téngase en cuenta que en las producciones mediterráneas la garnacha es actriz protagonista en vinos como Chateauneuf-du-Pape o Priorat (casi nada). 

Dicho sea de paso, este concepto de "mediterráneo"cuando hablamos de vinos es, según se mire, una gilipollez, ya que el Mar Mediterráneo alberga a la mayor parte de la producción de los vinos del viejo mundo. Otra cosa es que hablemos del clima Mediterráneo, que ahí ya vamos concretando un poco.

Bueno, tontunas dialécticas aparte, La Garnacha de Mustiguillo 2016 es un señor vinazo. Goloso y meloso por momentos pero sin caer en excesos, con buen equilibrio entre sus partes, muy frutal pero no carente de estructura y taninos gracias a su 9 meses en maderas usadas y poco agresivas. Un vino versátil que podría satisfacer muy bien a una mesa con comensales de gustos dispares.

Por poco más de 15€ tienes un regalazo que hará feliz por igual a tu madre, tu cuñado, o tu cirujano plástico.

Quien también es versátil como él solo es David Bowie, un tío que hizo tantas cosas, tan variadas y diferentes que seguro que todo ser humano tiene alguna canción suya que le gusta. Sí o sí.

A mi me encanta este Modern Love, de 1982, sonido ochentero a más no poder, pero fue de esos que se marcaron a fuego en la infancia.