martes, 30 de junio de 2020

Viña Zorzal Nat Cool Graciano 2019 (Navarra) y Rua Na Selva (Nativa) - Cap.44

Hoy vamos a hablar de un nuevo "movimiento" que parece estar calando entre ciertos sectores del wineloverismo. Su creador Dirk Nieeport, lo ha llamado Nat'Cool, e invita a productores de otras zonas a sumarse a la fiesta.

Fiesta precisamente es lo que busca este concepto de vino, cuyo leitmotiv es el de hacer vinos tintos fáciles de beber, frescos, ligeros, con poca graduación, nada de madera y mínima intervención en bodega.  Fresqueo en estado puro hecho para beber sin complicarse la vida.

Y así es este Nat Cool de Viña Zorzal hecho a base de graciano, mucha fruta fresca y jolgorio en cada trago, ideal para acérrimos consumidores de tintos que quieran tostarse al "caloret" sin tener que pasarse al blanco o al rosado.

Ahora bien. Entiendo que en el Douro, donde nace esta movida, hacer vinos de este tipo supone un concepto revolucionario ya que están acostumbrados más bien a lo contrario, a vinos complejos con mucho cuerpo. Pero, ¿qué ocurre en zonas donde los vinos son de por sí frescos? ¿se puede rizar el rizo?. Un ejemplo de lo que hablo es el Suertes Cool de Suertés del Marqués (Valle de la Orotava), que tengo aún pendiente de catar. Veremos.

Disertaciones aparte, hay un elemento en los Nat'Cool que aún no he mencionado y que justifica su existencia. La botella de litro. ¿Cuántas veces nos hemos quedado cortos (o largos) con una botella de 75 cl. Estos Nat'Cool están hechos para compartir, para disfrutar la vida y no para estar contando centilitritos. ¡Ay, la botella de litro!

Y ya que estamos hablando de fresqueo, piscineo y veranito habrá que poner música acorde. Nativa es una escisión formada tras la disolución de La Raiz por algunos de sus miembros. Si Pablo Sanchez se ha ido al terreno cantautor intimista, Nativa han optado por el reggae y la música festiva. Es el caso de este "Rua Na Selva", que bien prodría amenizar cualquier fiesta ibicenca o terraza veraniega. Eso sí, las letras siguen siendo de las que molestan a algunos y hacen pensar a otros.

Música para mover el pie, fresqueo y botellas de litro. ¿Qué más se puede pedir?

¡Vivan las LitroNats!



jueves, 4 de junio de 2020

Ambora Paraje San Ignacio 2018 (Tacoronte Acentejo) y Let Us Hear your Voice (Pennywise) - Cap.43

El último capítulo lo dejamos en el nordeste y Tenerife y por aquí seguimos. Hoy nos vamos muy cerca de allí, al valle de Tegueste para conocer una de las que para mi es una de las revelaciones en materia de vinos insulares, Paraje San ignacio de Ambora.

El valle de Tegueste se encuentra ubicado muy cerca de Taganana, pero se trata de una cercanía relativa ya que están separados por el Macizo de Anaga. Esta zona está amparada por la Denominación de Origen Tacoronte Acentejo, pero es una de las subzonas más diferenciadas dentro de la DO, hasta el punto de que podría ser una DO autónoma. Pero ésto que quede como una opinión subjetiva y personal en cuanto al estilo de sus vinos, que no está el horno de las denominaciones canarias como para para meterle más bollos.

El vino de hoy es una rareza de las que me encantan. Si en el capítulo anterior hablábamos de que los vinos de Envínate son conocidos mundialmente, Ambora es toda un revelación que apenas comienza a darse a conocer entre el wineloverismo local, pese a llevar ya cuatro generaciones elaborando vinos. El joven Felipe Hernández González tras formarse en Loire (Francia) toma el relevo de esta bodega familiar para dar un gran salto de calidad, eso sí, respetando las variedades de uva autóctonas y los métodos de elaboración tradicionales, muy en la línea de los vinos de Envínate. (Ya sé que las comparaciones son odiosas, pero no se me ocurre mejor forma de hilar y explicar el estilo de elaboración)

Había probado su vidueño joven y me había parecido un buen vino, pero este Paraje San Ignacio 2018 es sin duda un primera división. Está fermentado en lagar abierto con Listán Negro, Negramoll y un pequeño añadido de uvas blancas (Listán, Marmajuelo y Vijariego) que le aportan una frescura extra a un estilo de tinto que ya de por si la tiene. 9 meses en barricas usadas redondean el resultado sin tapar ninguno de sus atributos. Es Tegueste a tope.

Habrá que ver como evoluciona con el paso de los años, pero de entrada apunta muy bien. Por los 15€ (aprox.) que cuesta vale la pena hacerse con un buen arsenal para verlo madurar. Y por otro lado habrá que atender a las próximas salidas al mercado de esta bodega, para comprobar si esta maravilla es algo más que un destello fugaz. Apuesto a que sí.

Ya que estamos con un rareza vinícola vamos a maridarlo con otra pieza musical que se sale un poco  de lo predecible. Pennywise son toda una leyenda del punk californiano, surgidos en medio de esa ola que lanzó a fama a bandas como Bad ReligionNofx o The Offspring.

Sin embargo el tema de hoy forma parte de "All or nothing" un disco marcado en rojo en su discografía, hasta tal punto de que ni siquiera aparece en el listado de su web oficial. El motivo es que en 2009 Jim Lindberg, su cantante de toda la vida deja la banda y es sustituido por Zoltán Téglás, lider del grupo de hardcore Ignite para grabar este trabajo en 2010.


Se puede sustituir a un bajista, a un guitarrista, o a un bajista y se nota, porque cada músico tiene su estilo, pero con un cantante la cosa se agrava, especialmente en este género donde la base musical es muy similar en todas las bandas y las voces suelen marcar la diferencia. All or nothing no suena a Pennywise y mucho menos a Ignite.

Dicho lo cual, esto no debería tomarse en sentido negativo, salvo que uno sea fan acérrimo e irracional de Pennywise. El disco está muy bien, y esta canción, "Let us here your voice"es todo un himno para una banda que es abanderada de una corriente (que no género) llamada skate-punk. Dan ganas de salir a patinar las calles. La letra es todo un alegato libertario, un puñetazo en la mesa que viene al pelo en estos días tan extraños.

Por cierto, spoiler, Jim Lindberg volvió a la banda y editaron en 2018 otro discazo. Ya hablaremos.