Cuando digo que hay que pagarlos me refiero a que los buenos vinos, por lo general, tienen un precio más o menos elevado. Y no me refiero a Vega Sicilia, sino a precios más acordes al mundo de los vivos.
El problema es que el mercado, los lineales de los supermercados y los bares cualesquiera, están abarrotados de vinos mediocres, baratos sí, pero mediocres y malos en muchos casos. Es lo que pasa cuando nos acostumbramos a ir a cualquier antro y pedir un "riberita", sin importarnos un carajo lo que nos están dando.
Luego están algunos superventas. Bodegas que hicieron un buen vino hace 5 años y siguen vendiendo como churros, a pesar de que las últimas añadas sean bazofias poco dignas de mención.
En fin, mejor vamos a lo que nos incumbe, que son los buenos vinos. Es el caso de este Alonso del Yerro 2012. Se trata de un tempranillo (también llamada tinta fina en la región) con 12 meses de crianza en barrica. Un auténtico vinazo y eso que estamos hablando del vino básico de la bodega regentada por Javier Alonso y Maria del Yerro, un proyecto relativamente nuevo, apenas 15 añitos.
La clave, como en todo vino, está en los viñedos. Distintos tipos de suelos milimétricamente ensamblados en un vino rico en fruta bien integrada sobre un sutil fondo mineral. Su crianza no es nada agresiva, permitiendo que el tempranillo se exprese perfectamente. Su precio supera los 20€, pero como decía, es lo que tiene. Si prefieres un maderazo sin personalidad corre al supermercado a por un crianza de 3€. Allá tú y tus chip partys.
Una de las propuestas más interesantes de Ribera del Duero, sin duda y ya que estamos ante uno de los grandes de la zona, no se me ocurre mejor maridaje que Bohemian Rhapsody, de Queen. Una de las mejores canciones de la historia del rock y la música en general. ¡Salud!
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