miércoles, 11 de enero de 2017

Infiltrado 2015 (Jumilla) y Señor Matanza (Mano Negra) - Cap.11

Infiltrado, de la Hacienda del Carche,  es uno de esos vinos que probé de casualidad hace no mucho y me sorprendió gratamente. Aunque Jumilla carga con una injusta no muy buena reputación entre algunos aficionados al vino, lo cierto es que si buscamos entre la paja encontraremos más de un alfiler. Alfileres de plata y de oro, como en este caso.

Realmente la que me cautivó  fue la añada 2014, pero recomendaré el 15 ya que al tratarse de un vino joven, ya va siendo complicado encontrar añadas anteriores. Tengamos en cuenta que ya está en el mercado la añada 2016. Pero vamos, que si encuentras alguna botella perdida por ahí no lo dudes.

Lo primero que llama la atención, y es que bebemos por los ojos, es su botella. Hace las funciones de decantador, ya que al tratarse de un vino sin filtrado puede contener posos. Aunque honestamente, he de decir que he servido que bastantes de éstas y no he encontrado precipitaciones. Tal vez con el tiempo. Es un vino fresco, ligero, goloso, muy aromático y con buen grosor en boca, cosa que a veces se echa de menos en este tipo de vinos. Fácil de beber, apto para todos los públicos.

Está elaborado con Monastrell, Garnacha y Syrah, configuración que a los amantes de los vinos afrancesados les sonará. ¿Côtes du Rhone? No, es Jumilla, pero si te gustan los vinos del Ródano búscalo, es una buena alternativa, hecha en España y a precio más que asequible, unos 9€.

Ya que estamos en esta dicotomía ente lo francés y lo español vamos con un tipo que conjuga muy bien estos dos pasaportes. Manu Chao es un francés hijo de exiliados españoles que se hizo famoso con la banda Mano Negra, aunque quizás los más jóvenes lo hayan conocido a posteriori en solitario.

Mano Negra no es sólo un concepto hispanofrancés. Mano negra es internacionalismo en estado puro. Es la Europa más bohemia, es Mediterraneo, pero también es latinoamérica, la Europa Gitana o África. Al fin y al cabo eso es lo bonito del vino (y la música). Poder saborear en un acorde, o escuchar en un sorbo los sonidos, colores y matices del mundo.

Señor Matanza es un temazo incluido último álbum de Mano Negra, grabado ya con la banda prácticamente desintegrada, pero es posiblemente su mejor disco y un preludio de lo que luego sería la música de Manu Chao en solitario o posteriormente con Radio Bemba. Un buen ejemplo de esa multiculturalidad de la que hablábamos. ¡Salud!




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